Restaurante el Cuchifrito Ibérico, en Toledo (España)
De los tres diferentes restaurantes que a día de hoy poseen en Toledo, el Lunes 24 de Julio 2017 disfrute de manera casual, de una muy interesante comida en su local situado en el número 7 de la calle París. Cuando no se conocen los lugares y cuando durante un lunes del mes de julio, casi todos los restaurantes suelen cerrar por descanso del personal, a los pocos minutos de salir del hotel y emprender nuestro camino de regreso a casa, nos llamó fuertemente la atención la fachada de este lugar. Llevábamos varios días visitando esta ciudad y numerosas veces se comentó la posibilitad de comer cochinillo, ya que habíamos escuchado a través de conocidos, que este plato tan típico de la gastronomía Segoviana, también lo elaboraban muy bien en Toledo, aunque con menos fama y menos tirón mediático. Por lo que al pasar por su puerta, con ese aspecto, esas fotos y ese nombre, pocas dudas nos quedaron por resolver, si no únicamente la de saborear y opinar sobre tan cotizado plato.
Nada más pasar la puerta ya nos dimos cuenta de que este lugar iba a colmar nuestras expectativas. Buena barra de pinchos, gran surtido de vinos, local agradable, buen servicio, productos frescos y muy bien presentados... en definitiva, un pequeño paraíso para todo aquel gourmet que se preste.
Rápidamente fuimos atendidos, y como ya podréis imaginar, no teníamos mesa reservada, pero la ventaja de ir dos es que siempre se nos encuentra algún sitio, pero pese a ser lunes nuestra sorpresa fue la de ver como su comedor su fue llenando hasta completar totalmente su aforo, por lo que entiendo nuestra suerte de haber finalmente podido encontrar mesa.
No tuvimos desde el principio muy claro si para comer tal ansiado cochinillo, íbamos a tener que tirar de carta o bien como finalmente vimos, se nos ofreció el menú del día que para nuestro asombro, mostró una relación calidad /precio inmejorable, exceptuando el detalle del postre el cual no se incluía, y tampoco tome vino, ya que como me esperaba un largo viaje de vuelta a casa, tomar una botella de agua no me supuso un enorme problema. El entrante que pedí fueron una deliciosas Alcachofas rellenas de beicon y setas, presentadas sobre una salsa de tomate. Textura exterior crujiente, su relleno se mostró muy sabroso e intenso. Un conjunto muy bien elaborado, copioso e ideal para apaciguar el hambre, ya que no esperábamos que el plato siguiente fuese muy grande, teniendo en cuenta que por el precio del menú (solamente 15€) y por experiencias anteriores en otros restaurantes en los que ya hemos comido Cochinillo, nunca se han prestado a llenar el plato en exceso.
Pero como podemos comprobar en la foto, nuestra agradable sorpresa fue presenciar en plato tal notable ración de Cochinillo asado al estilo tradicional o a la antigua como se indica en el menú. Exterior muy crujiente que nos maravilló gracias a su combinación con su interior meloso, jugoso, fino y delicado. Muy buen plato, tal y como deseábamos que fuese antes de que nos sentásemos a la mesa. Sin duda, nos dimos cuenta con el paso de los minutos, que este restaurante se llenase un lunes al medio día, no podía ser únicamente fruto ni de la azar, ni de la casualidad. Ya que cuando alguien ofrece bueno, bonito y barato, lo normal es que triunfe.
Agradecemos el trato recibido, su gran profesionalidad, citar que todos los platos eran servidos y explicados por cada camarero. Apunto este lugar como una parada imprescindible, situado tal vez algo lejos de la zona turística, pero que sin ninguna duda merece la pena de desviarse un poco para disfrutar de su cocina.
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