En el número 138 de la calle Almíbar, de Aranjuez (preciosa ciudad de la provincia de Madrid) se encuentra uno de los restaurantes con mejor fama de la ciudad. Lo de la fama no lo digo yo, si no que hago mención expresa a este lugar, ya que nos fue recomendado durante nuestra estancia, en varias ocasiones por varias personas... y después de también contrastar esa información por internet, optamos por disfrutar acertadamente, de una buena cena el pasado Sábado 26 de Marzo 2022
Sin poco tiempo que perder y casi de inmediato tras tomar asiento, fuimos atendidos por unos camareros amables y muy profesionales quienes rápidamente nos sirvieron para ir abriendo boca, un aperitivo de brandada de bacalao gratinado y pan tostado.
Por sugerencia e insistencia del servicio, no pudimos evitar la tentación de seguidamente descubrir sus deliciosas croquetas de rabo de toro, delicadas, crujientes y muy cremosas, acompañadas con salsa de tomate, cual a mi gusto le eché en falta un puntito de picante.
A su vez, fuimos muy gratamente sorprendidos con un delicioso Tataki de presa Ibérica a las tres mostazas, de Dijon, de Estragón y finas hierbas... todos los buenos adjetivos se quedan cortos para describir su sabor, textura y aromas. Un plato imprescindible.
Unos de los platos que más me llamaron la atención, principalmente por la calidad de la materia prima, fueron sus Alcachofas naturales con gambón y bísquet de marisco, clara demostración de la calidad de la materia prima local, como lo fue esta alcarchofa natural de primera corta. Un delicioso manjar, tanto por lo tiernas que estaban, como por su sabor intenso... pero también por supuesto, por la composición de sabores gracias a la notable aportación de potentes notas de marisco.
Otros de los platos servidos, chipirón relleno de veluté de gambas y salsa de plancton, con una base de cebolla caramelizada y acompañado de un poco de salpicón. Poco hay que decir de este plato, todo bien elaborado, bien presentado, además de sabroso, en definitiva un conjunto realmente muy completo.
No es necesario extenderme en la descripción, ni detallar en exceso este plato, únicamente mencionar lo realmente deliciosas que fueron estas Zamburiñas a la plancha, con papada de ibérico y mahonesa de trufa, una curiosa combinación de mar y montaña de bocado exquisito.
El broche final de la cena se lo llevó el postre, para compartir entre dos un delicioso bizcocho de zanahoria con mousse de frambuesa, rocas de avellanas garapiñadas, una intensa salsa de pétalos de rosas, frambuesas y unas bolitas crujientes de color verdes que aportaban una sensación picapica similar al peta-zeta.
Añadir una gran selección de vinos por copas, una carta extensa de entrantes, variadas propuestas de carnes y pescados, además de un servicio amable y muy profesional, forman una oferta gastronómica muy atractiva para todo aquel que se disponga a visitar Aranjuez.
Desde aquí recomendamos este restaurante como referente del lugar, ofreciendo un relación calidad precio muy atractiva.
De verdad es que es una maravilla, siempre es gusto conocer sitios maravillosos de la gastronomía, donde un plato puede marcar la diferencia entre un buen restaurante.
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