Restaurante Las Musas, en Campo de Criptana (Ciudad Real)


Restaurante Las Musas, en Campo de Criptana (Ciudad Real)
Fantástico lugar situado en la calle Barbero 3 (Sierra de los Molinos), en la parte más alta de esta pintoresca localidad manchega, emblemático enclave rodeado de molinos de viento, en el que tuve la suerte de disfrutar el Miércoles 20 de Septiembre 2017 de una estupenda comida, en este enclave turístico, de ambiente genuino y quijotesco.


“En esto descubrieron 30 o 40 molinos de viento que hay en aquel Campo…” El de Criptana. Cervantes iniciaba así el capitulo octavo del Quijote, quien los confundía con gigantes contra los que luchar. Inmortalizado en la literatura, este espléndido conjunto del patrimonio industrial y Bien de Interés Cultural despliega sobre la meseta la potencia de su imagen, que nos hace a todos confundirlos también con esa imagen literaria.



Son molinos del tipo “torre”, construidos en mampostería y blanqueados con cal. Tienen una planta circular horadada de ventanucos, guía para la orientación del viento, que indicaba hacia dónde girar la cubierta cónica para que sus aspas aprovecharan el viento a conveniencia. Tienen tres plantas: la superior con las piedras de moler y las inferiores de almacén y embalaje.
Los Molinos despliegan sus aspas y proyectan una red de sombra sobre nuestra visita en la amplia solana manchega. Los antiguos, Sardinero, Burleta e Infanto; soberanos del tiempo y los relatos, permanecen en pie desde el siglo XVI, conservando su mecanismo original.


Y rodeando de estos imponentes gigantes, de gran belleza arquitectónica se encuentras el restaurante Las Musas, compuesto de dos salones en distintos niveles. El superior, desde el que se ve una perspectiva de todo el pueblo gracias a sus grandes ventanales, y otro en la planta baja, un poco más informal, que cuenta, además, con chimenea y un escenario.


Otro espacio lo constituye un amplio y soleado patio con mesas para comer o tapear, y una barra para tomar copas las noches de verano. Desde este patio se accede a las cuevas, llamadas de La Marcela, con un ambiente ideal para tapear, tomar copas e incluso bailar, con los músicos, más o menos espontáneos, que a veces se arrancan, tocando hasta la madrugada.


La cocina de Las Musas está basada en la muy interesante gastronomía manchega. Se ha logrado el difícil equilibrio entre tradición y modernidad, con un respeto total para con la materia prima. Una cocina rica y brillante. A todo esto hay que añadir un servicio impecable, de gente muy profesional.


Ojeando la carta y para hacer menos larga la espera de tomar una decisión sobre lo que íbamos a tomar, fuimos sorprendidos por un aperitivo regalo de la casa,  creo recordar que la camarera presentó el plato con un nombre tal que Chorizo con rizo o de nombre algo similar, un plato frío, de textura crujiente y una presencia picante propia del chorizo. muy equilibrada. Un bocado exquisito para ir abriendo boca.


Como nunca puede faltar uno de los más reconocidos manjares de nuestra rica gastronomía española, uno de los entrantes que se pidieron al centro fue un copioso plato de jamón ibérico de bellota cortado a cuchillo, procedente del prestigioso productor Ibéricos Maldonado, acompañado de pan rústico o también conocido como pan de picos, acompañado con tomate y aceite. Debo reconocer que cada vez me cuesta más encontrar a alguien, que no sepa apreciar tal manjar.



El siguiente entrante, también para compartir, fue un muy bien elaborado salteado de setas variadas silvestres con foie y aderezado con arrope. Un conjunto de múltiples sabores, intensidad y complejidad se dieron la mano para hacernos coincidir a todos, de que este plato estaba delicioso.


El plato principal por el que esta vez me decanté, cual me fue recomendado expresamente por la camarera que nos sirvió, fue una paletilla de cordero lechal al estilo arriero. Debo reconocer que no me arrepentí para nada el no haberme pedido las ya tradicionales chuletillas de cordero lechal que tanto me gustan, como bien sabéis todos los que me leen con regularidad, esas chuletillas son mi gran debilidad, pero por este vez, me dejé llevar por los muy acertados consejos de quien atendió nuestra mesa, con maestría y gran profesionalidad.


El postre con el que puse el broche, fue esta muy interesante piña en osmosis con mouse de chocolate presentada a baja temperatura casi a modo de semifrío, con una bola de helado de coco y todo ello montado con clara de huevo horneada. Un postre sutilmente decorado con una sorprendentes crujientes bolitas de chocolate, emulando perlas de oro y rellenas de peta zeta.

Por citar el vino principal que tomamos, este fue un monovarietal Cabernet Sauvignon de añada 2015, con el nombre comercial de Monte Don Lucio, elaborado con el sello de calidad de la D.O. La Mancha, elaborado por Bodegas Finca La Blanca  en la Puebla de Almoradiel y distribuido en exclusiva por Bodegas Capel.

Al tener que conducir, no pude desgraciadamente disfrutar plenamente, de todo el vino que el cuerpo y la comida me pidieron, pero con resignación pude únicamente saborear escasos sorbos para percibir el carácter de este vino y maridarlo ciertamente, con los deliciosos platos presentados.

Obviando este insignificante detalle sobre la cantidad de vino que pude o no tomar durante la comida, aprovecho para decir que no quiero quitarle protagonismo de ningún modo, a todo el disfrute que pude llevar a cabo a lo largo de casi mas de hora y media, que estuvimos sentados a la mesa, tanto por el marco como por el contenido de lo experimentado.
A saber que me he prometido a mi mismo, volver muy pronto a comer en este lugar, ya que tengo mucho interés por descubrir otros platos tan apetecibles a los que ya disfruté y que pude leer en su carta, tengo ganas de volver a ver tan de cerca estos magníficos molinos, y a su vez volver a contemplar las infinitas vistas, que se pueden apreciar desde lo alto de esta reconocible colina y sentirme como cual Quijote, fascinado por estos gigantes que tantas batallas libraron al hidalgo caballero de la triste figura. Por todo esto y por mucho mas, quiero recomendaros que gran sinceridad, pasar a conocer sin prisas, todos los secretos que esconde la comarca de Campo de Criptana,ofreciendo en conjunto un precioso rincón de Castilla la Mancha.

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