Restaurante Galata Star Beyaz Inci Balik en el Puente Gálata de Istambul (Turquía)
Elegante lugar en el que el Viernes 5 de Junio 2015 pude en conjunto saborear y contemplar, tanto su gastronomía local, como una de las mas bellas vistas que puede darnos esta ciudad.
Restaurante situado sobre unos de los puentes peatonales más transitados el cual une ambas de las partes más demandadas y transitadas de la ciudad, esto se traduce en una peregrinación interminable de personas que constantemente cruzan en ambos sentidos. No olvidemos que esta ciudad supera ampliamente los 16 millones de habitantes por tal efecto, este es a diario, un lugar de paso casi obligatorio para casi todo el mundo, ya que este puente es la unión entre la parte más moderna y vanguardista de la ciudad, con aquella más castiza, tradicional y religiosa.
Viajar a esta exótica ciudad, pasear por sus calles y disfrutar de las vistas, son atractivos a los que nadie puede negarse. Pero si además hablamos de tomar asiento en una terraza de las más recomendadas, con vistas inolvidables y disfrutar de un espectáculo de música tradicional turca en directo, pues no hay duda que debemos ciegamente dirigirnos aquí.
Venir a buscar esta zona y sobretodo a sabiendas de que es una zona eminentemente turística, y si a ello le sumamos los evidentes recargos que un turista debe pagar por disfrutar aquí de una casi inaudita cerveza, de una copa de vino o simplemente de un trago de alcohol, es obvio darse cuenta, que no solamente la comida juega su papel más importante, a la hora de buscar aquel lugar que pueda mejor representar las esencias magistrales, que nos pueda mostrar la oferta gastronómica en esta ciudad, si no que siempre se busca la suma de todos los factores, que nos permitan guardar un imborrable recuerdo de nuestro paso por cualquier lugar.
Como bien es sabido, uno de los cinco pilares o mandamientos del Islam, es la total prohibición del consumo de alcohol, por este motivo, no olvidemos que en esta ciudad, al igual supongo que en el resto de países musulmanes, el Islam llega incluso a mandar más que el propio gobierno, por tal motivo, un turista que visite esta ciudad, debe tener muy claro que aquí las normas religiosas se cumplen a rajatabla, pero siempre hay excepciones y encontramos por sorpresa, plazas y lugares exentos de tales normas y que gracias a este detalle, a día de hoy se han convertido en enclaves imprescindibles para el turista, como son los aledaños de la Torre Galata, como lo es a su vez también, este citado puente.
Es importante aclara a todo aquel que lea estas lineas, y que a su vez tenga intención de seguir nuestros pasos por estas tierras, que permitir el alcohol tiene un precio, no quiero decir que sean tarifas prohibitivas, pero teniendo en cuenta que el cambio de divisa de Euro a la Lira Turca (moneda local) sea muy favorable para el turista y además teniendo en cuenta que el nivel de vida aquí es muy pobre en general. Si sumamos ambos factores, el precio al cambio, de una copa aquí, puede incluso llegar a supera los precios que tenemos costumbre de pagar en occidente. Pero por todo lo demás, no se asusten, ya que pese a buscar para comer o cenar, los lugares más caros y exclusivos, siempre nos resultarán mucho mas baratos que en Europa, siempre y cuando se tengan en cuenta los citados detalles de los recargos extraordinarios que puedan ocasionar el consumo de cerveza, vino, raki o cualquier otra bebida con un mínimo contenido de alcohol.
Nada mas tomar asiento y ojear la variedad de platos que nos ofrecía la carta de este restaurante, y a su vez darnos cuenta de que por mucho que nos excediéramos comiendo, la cuenta no podría encarecerse en exceso, optamos por tomar primero una ensalada de la casa. Hay que saber que aquí en Turquía se come mucha y muy buena verdura, las ensaladas siempre están a la orden del día. Pero claro, nunca olvidéis que "estos Turcos saben mucho" y poco tardaron mientras que esperábamos nuestra ensalada, en pasarnos una bandeja de entrantes por el hocico, para de este modo intentar vencer nuestra fuerza de voluntad e incitarnos a pedir algo mas de lo ya previamente solicitado.
Después de saborear una primera cerveza y terminar el entrante, seguidamente llegó el turno del plato principal, nada menos que un amplio surtido de carnes a la brasa, acompañadas de una jugosa guarnición. Unas cortadas de Ternera, de Pollo y de Cordero, todas ellas condimentadas al estilo tan peculiar de estas regiones, aunque debo reconocer que los sabores no resultaron ser exageradamente fuertes ni molestos, pero debo reconocer que pese a todo, los sabores distan mucho de aquellos que en occidente, podamos tener habitualmente al alcance de la mano.
Entre tanta competencia y variedad de restaurantes y a su vez la exageración de turistas que visitan semana tras semana esta ciudad, cada local de este puente dispone enfrente de su puerta de entrada, de varios ganchos o por llamarlo de una manera mas sutil, de personas encargadas de captar clientes. Dichos ganchos saben bien utilizar toda su maña y su arte, para convencer a todo aquel que pasa por delante. Se desenvuelven a las mil maravillas y supieron persuadirnos de que dicho restaurante en cuestión, reunía todos los valores que buscábamos, para que finalmente pasáramos a sentarnos. Sorprende ver en estos ganchos, su habilidad y soltura con la que se desenvuelven en todos los idiomas y llama también la atención, lo demasiado insistentes y molestos que a veces pueden llegar a ser. Entonces sabiendo esto y también conociendo que estos turcos, tienen un vicio desmesurado por el juego del regateo y de la negociación express, supimos bien sacar partido de ello para finalmente obtener una pequeña rebaja en el precio de la cena y además que nos regalasen un plato de fruta al final, así que ya sabéis, no os conforméis con lo primero que os propongan e intenten sacarle jugo a esa batalla dialéctica tan singular y tan utilizada aquí.
Finalmente, saboreando un delicioso Té de Manzana, pudimos disfrutar de un mágico espectáculo de música en directo, en la que percusionista, guitarrista y flautista, regalaron nuestros oídos durante casi hora y media, sus ritmos, melodías y voces, amenizaron esta inolvidable velada, con canciones animadas y ritmos étnicos cuales seguramente muy populares en este país, ya que numerosas canciones fueron jaleadas y a su vez acompañadas por los números asistentes, de vistosos bailes.
Siempre es bonito viajar y descubrir nuevas culturas, pero creo que lo que más enriquece de todo, es saber valorar el modo de vida que otras personas llevan a cabo en su país, entender sus preocupaciones y valorar los detalles que nos hacen ser tan diferentes y a la vez tan iguales. Me vuelvo a casa con una gran experiencia y con la ilusión de poder volver pronto algún día, a esta maravillosa ciudad.
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