Restaurante La Caravelle de Vassivière, en Peyrat le Chateau (Francia)


Restaurante La Caravelle de Vassivière, en Peyrat le Chateau (Francia)
El Domingo 3 de Agosto 2014, tuve la gran suerte de poder comer en este maravilloso lugar, a orillas del impresionante lago de Vassivière, situado en un preservado paraje de boscosas colinas de color verde oscuro. Es un lago artificial con una superficie de 1.000 hectáreas y es el resultado de la acumulación de agua generada por la presa de Vassivière sobre el río Maulde



Todos los años se celebran aquí importantes competiciones náuticas. Una de sus islas (con acceso a pie o en trenecito gratuito), alberga el Centro Internacional de Arte y del Paisaje y un jardín de esculturas con obras de artistas contemporáneos, junto además a diversos animales de granja que aportan un notable interés turístico a todos los que visitan este lugar.



Este coqueto restaurante, cuenta con una terraza con vistas a este lago, un lugar idílico en el que saborear las delicias elaboradas en sus fogones se convierte en todo un placer. Por supuesto también y como es obvio pensar, debido a que esta es una zona muy turística, este restaurante no es barato, pero merece mucho la pena darse este pequeño capricho tanto por la gran profesionalidad del servicio, como por sus platos y su entorno.



Después de hojear con atención la carta, decidí tomar para abrir boca, una Ensalada variada con rábanos, zanahoria, lechuga y cebolla dulce, todo ello para acompañar de tres Tostadas de Pan de Cereales elaborado de modo artesanal todo ello para dar pie y acompañar unos Medallones Templados de Queso de Cabra Empanados, aderezados con hierbas aromáticas. 


El plato principal que decidí tomar fue, Muslo de Pato Confitado en Salsa de Mostaza Limousina, bonita presentación con ramillete de tomates cherry, dados de patatas en salsa de mantequilla con perejil y una rama de cebollino para decorar. Muy buen plato, textura crujiente de gran sabor y soberbia persistencia. Delicioso.



El postre elegido fue una copiosa tabla de quesos, compuesta por un trozo de Saint Nectair, Bleu d´Auvergne y Cantal, muy buenos quesos nacionales, de texturas opuestas, y características bien distintas. Todo ello acompañada de unas hojas de lechuga y trozos de nueces.



Para esta comida, el vino elegido fue un Vieux Clocher 2012, Tinto 2012 elaborado por Bodegas Arnoux & Fils, con el sello de calidad del AOC Côtes du Rhone. Vino de capa baja, aromas potente, conjunto equilibrado, con una gran frescura y acidez, buen persistencia y postgusto largo muy notable, en conjunto no demasiado maduro pero agradable.



Y para rebajar la comida, fue un gran placer poder pasear por este entorno magnífico, ya que a su vez el tiempo nos acompañó con unas temperaturas suaves ideales para recorrer entre sobras, los caminos habilitados para pasear. Un lugar a tener en cuenta para disfrutar en familia de la naturaleza y de la rica gastronomía francesa de esta región.

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