Restaurante Flama, Valencia (España)
Estupendo local situado en Gran Vía Marqués del Turia, 63, especializado en cocina a la brasa. Galardonado con 1 Sol Repsol 2024 y en el que tuve el placer de disfrutar de sus interesantes propuestas gastronómicas, el Lunes 16 de Diciembre 2024.
Compartí mesa y mantel con mis inseparables compañeros de trabajo Charly Robineau & Rudolf Beeck y con Alberto Manzano & Jorge Silleras, buenos amigos y grandes profesionales del transporte. Ambos son lectores asiduos de mis publicaciones, fieles seguidores de mis aventuras gourmets y quienes me pidieron que fuesen nombrados en este post;
Pues con este cariñoso guiño hacia ellos, aquí va lo prometido... de corazón deseo que podamos repetir muchas veces, memorables encuentros como este.
La carta no es demasiado extensa pero bastante equilibrada, sin embargo su carta de vino me sorprendió gratamente, desde una tablet todo muy bien presentado, bien ordenado y bien estructurada con auténticos vinazos de precio de rango medio alto sin sobrecoste desmesurado.
El primer entrante, Steak Tartar de vaca madurada sobre pan crujiente realmente bien elaborado, sabroso con buen equilibrio de aderezo y por supuesto la carne cortada a cuchillo de manera magistral, un plato muy bien preparado que desde mi punto de vista, es un imprescindible para los amantes de este tipo de preparación.
A continuación, una deliciosa croqueta de jamón ibérico con una locha de tocino para enfatizar su sabor y darle una textura más cremosa a su ya deliciosa bechamel semilíquida de su interior.
Un primer inciso para hablar del primer vino que pedimos, Sensal añada 2023 por Javier Revert. elaborado bajo el sello d calidad de la denominación de origen Valencia. Cultivado sobre suelo calcáreo elaborado a partir de uvas Bonicaire, Monastrel y Garnacha con una crianza de 9 meses en depósito de hormigón. Sensal es un vino de paraje, el cual se elabora con uvas procedentes de diferentes parcelas, todas ellas ubicadas en el paraje Els Juncarejos, del municipio de La Font de la Figuera. Uvas procedentes de viñas viejas, pero también con cepas jóvenes replantadas en parcelas de montaña de acusadas pendientes: Viñedos que fueron abandonados hace décadas por su dificultad de laboreo y los bajos rendimientos que ofrecían. En definitiva, se trata de una apuesta por el lugar, por unas variedades tradicionales y por un patrimonio casi olvidado. Todo con el objetivo de elaborar un vino reflejo de la identidad vinícola de un pueblo. Los suelos son extremadamente calcáreos, presentando variabilidad en las distintas parcelas respecto a su profundidad y composición. Se elaboran por separado cada una de las cinco parcelas que componen el vino. La fermentación es siempre con levadura autóctona y con gran parte de racimo entero. Maceraciones de alrededor de 15 días. La fermentación maloláctica y la crianza tienen lugar en depósitos de hormigón. Para obtener un vino afrutado, fresco, ligero a la vez que elegante, paso por boca largo, sin demasiada estructura, buena acidez y fácil de beber.
El siguiente entrante fue una espectacular tortilla de bacalao, terminada por el camarero justo delante de nosotros, con la particularidad de contener virutas de piel frita de bacalao, muy tostadas. Un plato cremoso, sabroso y con un contraste de texturas muy acertad.
El último entrante, Guiso de crestas de gallo con anguila ahumada, honestamente este plato me sorprendió, una combinación de sabores y de texturadas muy particular, con su mojete que me recordaba esa misma salsa picante con pimentón, empleada con frecuencia para cocinar los caracoles o los callos. Una propuesta muy interesante que recomiendo probar.
El segundo vino que descorchamos, Payoya Negra cosecha 2020 "Finca La Melonera" elaborado por Thalassa Taller del Vino, del grupo Peralada, bajo el sello de calidad de la denominación de origen Sierra de Málaga. Un vino a partir de Tintilla de Rota (50%), Rome (25%), Syrah (25%) fermentación controlada a 25ºC en huevos de hormigón y posterior crianza de 12 meses en roble americano y francés..En cata Color rojo cereza brillante. Aromas a fruta roja, fresas, frambuesas, hierba recién cortada, fresco y con un toque final especiado. En boca es cremoso, fresco con taninos maduros bien integrado, y un largo postgusto.
El plato principal, Chuletón a la brasa de vaca madurada, de gran sabor, buen textura y ración muy generosa, la imagen habla por si sola. Todavía recuerdo la intensidad de esa grasa fundida y ligeramente tostada, combinada con su profundo sabor y buena textura. Un plato contundente y realmente delicioso. Una pena que a través de la foto no se puedan transmitir esos aromas.
Sin ganas de postre pero con un buen café, pusimos broche final a esta gran comida. Ya estoy deseando volver y poder nuevamente disfrutar tanto de la buena compañía, como de las atractivas propuestas gastronómicas que ofrece este muy buen restaurante.
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