Finca Espolla Tinto 2009, de Castillo de Perelada.
D.O. Empordá.
Uvas Utilizadas: 60% Monastrell y 40% Syrah
Graduación: 14,5%.
Crianza durante 16 meses en barrica de roble francés
Finca Espolla tiene una extensión de 50 hectáreas. Está situada en las estribaciones de los Pirineos, en la zona conocida como Les Alberes, y se caracteriza por su suelo pizarroso y ácido, de un característico color negro. En ella se cultiva a una densidad alta, de 6.200 cepas por hectárea, para reducir el vigor y la producción de uva y conseguir así vinos de alta calidad y gran personalidad. Además, Castillo Perelada es la bodega más importante de esta pequeña D.O. catalana y una de las firmas punteras del panorama nacional. Fruto de su enorme conocimiento de los diferentes viñedos, sólo en las cosechas excepcionales elabora un vino que aglutina lo mejor del Empordà.
El clima es mediterráneo y recibe la fuerte influencia de los vientos, en particular de la Tramontana, que puede alcanzar velocidades de hasta 120 kilómetros por hora. La temperatura media es de 16º C, y el régimen de precipitaciones anual oscila entre los 600-700 mm. En el Empordà hay una gran heterogeneidad de suelos.
Situada en la provincia de Girona, a caballo entre los Pirineos y el Mediterráneo, el Empordà es una de las regiones con más tradición vinícola de la Península y también una de las que mayores cambios ha registrado en la última década. Castillo Perelada es la bodega más emblemática del Empordà y una de las punteras de España, fundada en 1923, cuando Miguel Mateu Pla compró el castillo que le da nombre y comenzó a sacarle partido a la antigua bodega que albergaba. Esta casa ha realizado una gran labor de identificación de terruños en la región, adaptando las distintas variedades a las características de clima y suelo más idóneas para su mejor expresión.
Catado el Sábado 15 de Febrero 2014
PVP Recomendado entre 10 y 20 Euros
Puntuación Enogourmet, 93/100 pts
Finca Espolla tiene una extensión de 50 hectáreas. Está situada en las estribaciones de los Pirineos, en la zona conocida como Les Alberes, y se caracteriza por su suelo pizarroso y ácido, de un característico color negro. En ella se cultiva a una densidad alta, de 6.200 cepas por hectárea, para reducir el vigor y la producción de uva y conseguir así vinos de alta calidad y gran personalidad. Además, Castillo Perelada es la bodega más importante de esta pequeña D.O. catalana y una de las firmas punteras del panorama nacional. Fruto de su enorme conocimiento de los diferentes viñedos, sólo en las cosechas excepcionales elabora un vino que aglutina lo mejor del Empordà.
El clima es mediterráneo y recibe la fuerte influencia de los vientos, en particular de la Tramontana, que puede alcanzar velocidades de hasta 120 kilómetros por hora. La temperatura media es de 16º C, y el régimen de precipitaciones anual oscila entre los 600-700 mm. En el Empordà hay una gran heterogeneidad de suelos.
Situada en la provincia de Girona, a caballo entre los Pirineos y el Mediterráneo, el Empordà es una de las regiones con más tradición vinícola de la Península y también una de las que mayores cambios ha registrado en la última década. Castillo Perelada es la bodega más emblemática del Empordà y una de las punteras de España, fundada en 1923, cuando Miguel Mateu Pla compró el castillo que le da nombre y comenzó a sacarle partido a la antigua bodega que albergaba. Esta casa ha realizado una gran labor de identificación de terruños en la región, adaptando las distintas variedades a las características de clima y suelo más idóneas para su mejor expresión.
Catado el Sábado 15 de Febrero 2014
- En vista, color rubi intenso y brillante de capa alta y borde ligeramente violáceo, su lágrima es notable con un recorrido lento sin llegar a teñir la copa.
- En nariz, requiere una generosa aireación, una vez bien abierto en copa, resulta ser un vino complejo y muy potente, primero aparecen notas frutales muy variadas pero a la vez muy maduras pero sin llegar a compotar, notas que se aprecian junto a un ligero recuerdo dulce y especiado, con una tímida pero presente tendencia floral y un interesante recuerdo a trufa negra que durante la cata, nos ha llamado la atención a todo el equipo. Seguidamente se aprecian notables recuerdos minerales con notas de carboncillo y pizarra. En un tercer plano destacan notas de madera fina y ebanistería elegante, para luego dejar paso a agradables notas ahumadas con apuntes licorosos.
- En boca, es amplio y carnoso, con una entrada ligeramente punzante pese a rápidamente transmitir una sensación pulida, su paso es muy agradable y fresco, resulta equilibrado, armonioso, con un peso en boca muy alto y un recorrido largo y sabroso, su capacidad secante es media-alta y transmite una ligera sensación cálida, aunque concluye resultando de nuevo muy frutal y mineral, además, este es un vino muy interesante, con una muy buena relación calidad/ precio, la cual entendemos que es acertada.
PVP Recomendado entre 10 y 20 Euros
Puntuación Enogourmet, 93/100 pts
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