Restaurante Libanés "Al Sultan", en Valencia (España).


Restaurante Libanés de alta cocina "Al Sultan", en Valencia (España).

El domingo 3 de Abril de 2011 pude disfrutar de una sorprendente, exótica y a la vez muy interesante comida en este muy recomendable restaurante situado en la c/ Eolo, 4- bajo de Valencia.
 El local cuenta con varios salones distintos, con una decoración muy especial y permite en todo momento, degustar la mejor cocina en el mejor entorno.


Un salón general con mesas con suficiente separación para que cada grupo tenga la suficiente intimidad y tres pequeñas joyas para los amantes de la intimidad... un pequeño altillo para reuniones familiares o de negocios y dos reservados con decoración típicamente libanesa donde encontramos la relajación de un buen ambiente, se puede degustar un té aromático, café árabe o incluso fumar una chicha egipcia, una cachimba turca o una narguile libanesa.

 Además los fines de semana se puede disfrutar de un espectáculo en vivo de Danza del Vientre.


El primer entrante fue solicitado al camarero bajo el nombre de Rakakat, unos crujientes y deliciosos rollitos de pasta brick rellenos de quesos variados, con una presentación sencilla pero con unos aromas especiados muy atractivos, además de destacar por su grandioso sabor, un plato altamente recomendado para los amantes del queso.


El segundo entrante fue Mushakkal, un combinado de brochetas elaboradas a partir de cordero, pollo y ternera, carne delicadamente especiada y de resalte agradable, carne asada con guarnición de lechuga, perejil y yogurt, combinación elegante y muy atractiva para los sentidos.


El plato principal fue Makanek, un surtido de longanizas de cordero y ternera, acompañadas con pimientos cortados en trozos pequeños, un plato en su conjunto de sabor tal vez poco común pero a su vez muy interesante.


Una deliciosa sorpresa fue conocer el postre, desconozco su nombre en Libanes, pero su elaboración e ingredientes me hicieron deducir que era Leche Frita con Cabello de Angel, un plato adornado con frutos secos, pistachos y piñones, tal vez un conjunto algo calórico y pesado a primera vista, pero este plato compartido, me invitó por lo menos hablar de él, ya que no recordaba nada igual gracias a esa explosión de sabores y esa variedad de texturas que se dieron cita en mi boca.


Para culminar esta estupendo comida, no pudimos marcharnos sin conocer esa famosa pipa de agua, tan utilizada en la cultura oriental, por lo que guiados por nuestro muy amable camarero, nuestra larga sobremesa fue sorprendentemente, muy aromática...
No dejen de venir a conocer este maravilloso restaurante.

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