Restaurante Visaandeschelde, en Amsterdam (Holanda)


Restaurante Visaandeschelde, en Amsterdam (Holanda)
Situado en el nº 4 de Scheldeplein, a escasos metros del la feria de muestras "RAI" en el código postal 1078 de Amsterdam, pude disfrutar de una cena inolvidable el Lunes 23 de Noviembre 2015. Aprovechando nuestra estancia para la asistencia a las Feria del Vino a Granel 2015, y juntando la ocasión de la celebración de mi cumpleaños, amigos y compañeros de trabajo aprovechamos nuestra estancia en la ciudad, para reunirnos y cenar en dicho local. 



En lo primeros compases la primera impresión es inmejorable, local elegante, ambiente acogedor, servicio excelente, numerosos camareros todos ellos muy atentos en dar un intachable servicio, trato muy educado y muy profesional, sinceramente recomendado para aquel que esté buscando un restaurante distinguido, sin tener que perderse por el centro de la ciudad, ya que esta zona de Amsterdam tan frecuentada, por todos los que visitamos esta ciudad por motivos de trabajo, se sitúa a muy pocos metros de la gran mayoría de hoteles junto a la feria de muestras RAI.



En los pocos minutos que tardaron en acomodarnos, pude darme cuenta también, que además de su interesante comida el vino formaba una parte muy importante del servicio, ya que todos los pequeños detalles estaban controlados, tanto para su servicio como para su mantenimiento, es decir, buena bodega subterránea para la conservación de los más de 300 vinos referenciados en su extensa carta, encuadernada con elegantes tapas de cuero y también diversos dispositivos como cubiteras y enfriadores, para siempre poder mantener la temperatura de los mismos, una vez servidos a la mesa. No nos hizo falta mucho tiempo para saber lo que queríamos comer, por lo que nada más ojear la carta nos llamó mucho la atención en la primera hoja, la sugerencia del menú degustación propuesto por el chef, y de tal modo nos adentramos durante más de horas, en este recorrido de 6 platos todos ellos elaborados en su base a partir de pescados y mariscos



Para abrir boca,  llegó a la mesa presentado en un plato muy original junto a una concha de santiago, cortezas crujientes a base de algas marinas y unos deliciosos bocaditos cremosos elaborados a partir de boullabaise, la cual es un estilo de sopa de marisco y pescado, muy típica de la región francesa de Marsella y de todo el sur de Francia en general



El primer vino que pedimos fue un Blanco 100% Chardonnay de Francia, fermentado en barrica de roble francés, añada 2014,  AOC Chablis 1º Cru elaborado por Domaine Agnés et Didier Dauvissat, vino muy bien elaborado, nariz fresca y frutal con notas muy frescas, en boca graso con gran peso en boca y mucho recorrido y el segundo vino fue un vino blanco 100% Sauvignon Blanc de Nueva Zelanda con un ligero paso por barrica, con marca comercial "Seresin", del mismo nombre que el de la bodega que lo elabora. Vino procedente de la región de Marlborough. Vino imponente en nariz, con matices florales y frutales, marcado carácter dulzón y muy varietal, ofrece en copa un perfil propio de los vinos de esta región de las antípodas, con un comportamiento en copa embriagador y un extracto que transmite tan diferentes percepciones, como las que proponen las uvas que usualmente acostumbramos a catar, en otros vinos semejantes de este mismo varietal, pero elaborados en Francia, España o Italia.  Un vino glicérido, de gran complejidad y muy fácil de beber, de trago largo y mucha persistencia. De todos los vinos tomados en esta cena, sin ninguna duda fue de todos los vinos, el que más presencia, sobresaliente personalidad y mejor recuerdo, dejó en mi memoria.


El siguiente plato fue presentado en dos partes, la primera a la izquierda como se puede ver en la foto arriba, Mejillón rebozado con harina de Arenque y pan integral de centeno, con compota de cebolla francesa de las Cevennes sobre un fondo de algas marinas; Y a la la derecha un Caldo de setas silvestres, con Camarones, hierbas frescas aromáticas y cebollino.



El tercer entrante fue, tartare de Pez Espada marinado, junto a diversas texturas de remolacha, compota de manzana, y guarnición de dos diversos tipos de crema de yogur en texturas sólida, setas y Algas Espirulinas, todo ello aderezado con sal y pimienta de Nepal



El cuarto plato, fue muy sabroso y exótico, Gamba bañada en una deliciosa crema de Calabaza decorado con dos pequeñas rodajas de zanahoria, con cilantro y una emulación de mini hamburguesa de paté de hígado de cerdo ahumado, con láminas tostadas de pistacho.


Los dos vinos siguientes que pedimos fueron, un tercer vino blanco 100% Viognier, procedente de Francia, con nombre comercial Condrieu 2013 elaborado bajo el sello de calidad de AOC Côtes du Rhone et de la Vallé du Rhone , por Bodegas Tardieu-Laurent, envejecido durante 1 año en barrica de roble francés. Este vino nos fue especialmente recomendado por nuestra camarera quien aseguró que era su vino preferido de toda la carta y rápidamente entendí el porqué. Embriagador e imponente recuerdo frutal en nariz, notas de fresa y manzana muy maduras, gominola y jarabe de fresa, sobresalían sobre todo lo demás en los primeros minutos sin llegar apenas a airear la copa, un vino que hubiese perfectamente podido corresponder y dar ligar a confusión en una cata a ciegas, por sus semejantes características a las de un vino rosado de Syrah o de Garnacha. Al paso de lo minutos y después de agitar vivamente la copa, comenzaron a destaparse un carácter más serio junto a una discreta presencia tostada, pero una vez más se pudo percibir su imponente carácter dulce y amielado. Tal y como viene referenciado en la foto de la derecha, el único vino tinto que pedimos fue casi exclusivamente para poder maridarlo con la tabla de quesos que más adelante describiré, se trató de un vino 100% Pinot Noit de Francia,  llamado  1º Cru "Servoisine" cosecha 2010, fermentado en barrica nueva y seguidamente con 17 meses de crianza en barrica de roble francés, delicioso vino elaborado por Domaine de la Ferté bajo el sello de calidad de A.O.C Borgoña, a partir de uvas procedente de una pequeña parcela de 0,67 hectáreas situada en la localidad de Givry. Vino de perfil característico de este varietal, el cual se caracteriza por su estructura taninosa baja, de cuerpo medio despertando sensaciones refinadas y sutiles en boca, extremadamente suave, fresco y frutado, de un muy buen bouquet, con una acidez que lo hace bastante vivo y persistente al paladar, sin ser agresivo. Excelencia aromática con recuerdos a cereza, cassis, fresa, frambuesa, violeta, cuero, regaliz. Los aromas primarios están determinados por las grosellas negras, las trufas, se destacan notas florales como por ejemplo rosas marchitas. 


Después de tomar la gamba bañada en crema de calabaza, nos llegó el turno de una cortada de Lucio Perca presentado con coliflor a la plancha, a las 5 especias y aromatizado con esencia de sauco, señalar dos detalles que me llamaron la atención, la primera fue la espuma de coliflor y remolacha que me pareció algo muy bien elaborado, y la segunda fue el puré de patata dispuesto en forma elíptica, para seguidamente verte en su espacio interior una acertada salsa elaborada a base de sauco y cebollino.


El siguiente plato, se caracterizó en la carta por ser el principal y por proceder esta cortada, de una pieza fresca pescada en el día. Merluza cocinada al higado de pato, presentada con 3 finas cortadas de rábano, setas Trompetas de la Muerteun puñadito de unas muy especiales lentejas francesas con AOP "Du Puy" cultivadas en la localidad de Puy en Vallé en la region de l´Auvernia y una fina crema de castaña. Un conjunto delicado, muy bien presentado al igual que todos los anteriores y con gran distinción, tanto en texturas como en sabores. 


De postres se podían elegir entre una tabla de quesos variados compuesta por cinco tipos diferentes con unas cortadas de pan con nueces. Los quesos eran procedentes de Inglaterra, Francia y Holanda, entre los que recuerdo un exquisito Camembert, un muy buen Chedar y un sorprendente Lancashire, los otros dos que me faltan no los recuerdo ya que tampoco los pude apuntar en ningún sitio, y al no ser familiares desgraciadamente han saltado de mi memoria...


... y la otra opción, para los menos forofos del queso o bien simplemente más amantes de lo dulce, hubo la posibilidad de tomar unos crujientes de hojaldre y azúcar glaseada, con dados de papaya y de Turrón, helado de vainilla y una nuez de crema inglesa con un poco de licor 43.


Después del postre no faltaron los detalles, ya que como bien he dicho al principio, mis compañeros y amigos que nos dimo cita para esta ocasión, aprovechamos estar reunidos para compartir nuestra gran amistad y celebrar mi cumpleaños, y por supuesto me hicieron soplar en el sentido figurado las velas, ya que la tarta vino a la mesa con una majestuosa bengala la cual obviamente resultó imposible de pagar de un soplido. Después de brindar  y rendirse a los encantos de este champán francés, Cuvée des Moines Brut 12,5%, elaborado por Caves Besserat de Bellefon de Epernay y para ponerle el broche a esta inolvidable velada. Nada menos que con la intención de no dejar a la improvisación, la digestión de esta cena, no me pude resistir a los encantos de una buena copa de Cognac Remy Martin XO


A veces no es fácil tener que celebrar lejos de la familia estas fechas tan entrañables, pero grandes personas con las que compartí este tiempo me hicieron olvidar durante unas horas, la distancia que me separaba de mi familia. Aunque dejando las breves lamentaciones aparte, este restaurante debe ser altamente recomendado para todo aquel que comparta mi afición por la buena mesa, aunque todo sea dicho, el excelente servicio de este local, las maravillas emplatadas, la sabia elección de la materia prima utilizada y la delicadeza a la hora de combinar los platos,  pudo tímidamente ser empañado por un no muy apreciado tiempo de espera, entre plato y plato, aunque es evidente que elaborar todos estos platos al momento requieren su tiempo.

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