Restaurante La Grotte, Cuenca (España)


Restaurante La Grotte, Cuenca (España)
Encantador restaurante en el que fui a disfrutar de una cena el Viernes 3 de Mayo 2019. 
Local situado en el número 2 del paseo del Huecar... en un lugar privilegiado, en la ribera misma del río Huécar, en lo más bonito y visitado de Cuenca, a pocos metros de las Casas Colgadas, del Puente de San Pablo y del Teatro Auditorio. De hecho Grotte es una visita obligada si quieres llevarte, de verdad, el mejor recuerdo de Cuenca, pues están en el interior de una cueva natural, donde, respetando la configuración natural de las rocas y las formaciones geológicas milenarias, se han acomodado hasta tres plantas de rincones encantadores, donde charlar, tomar una copa, cenar… en cualquier caso, dejarse acompañar por la energía de las piedras en un lugar único.



Su exterior no es menos hermoso, pues este local cuenta con tres terrazas escalonadas, donde llega el rumor del agua y se disfruta de unas vistas maravillosas de la Hoz del Huécar. Perfectas para ver caer la tarde y disfrutar de la noche.


Al tomar asiento y estar unos minutos contemplando la belleza del entorno que rodeaba nuestra mesa, no fue menos la agradable sorpresa que nos llevamos, al ver los platos y los precios tan atractivos que su carta nos sugirió.


El primer entrante que pedimos fueron unos huevos rotos con foie, tal y como muestra la foto, una generosa ración para compartir entre dos, bien elaborado, todo ello sobre una cama de patatas al estilo pobre.


El siguiente entrante, también para compartir, queso de cabra en tempura, con dulce de membrillo y tomate y acompañado de unos trozos de melón.


El plato principal de mi acompañante, Entrecot de ternera Asturiana con Salsa de quesos, enorme y generoso plato, de delicioso bocado y fácil corte, ligeramente tocado con escamas de sal gorda, una manera de encadenar deliciosos bocados, sin encontrarle nunca el fin.


Todo ello bien regado, con un surtido aunque sin demasiada variedad, de vinos por copas, digo poca variedad, ya que en tintos solamente eran 5 las opciones, tres de origen manchego, un Rioja y un Ribera del Duero... similar abanico de producto para los vinos blancos y Rosados, pero a su favor decir que los vinos eran todos ellos de alta calidad, bien servidos y a un muy buen precio.



Mi plato principal, Solomillo de Ternera y Foie con reducción de Pedro Ximenez, textura delicada y muy tierna, con un sabor inmenso... tal vez por poner un "pero", la omnipresente patata al estilo a lo pobre, que desgraciadamente inundaba la gran mayoría de platos servidos en las distintas mesas...


No resulta nada raro entender que con estas prestaciones, es importante ser previsor y reservar mesa antes de acudir, ya que es un lugar indispensable... tanto por la belleza del local, como por la enorme relación calidad / precio. No tengo ninguna duda que muy pronto, volveré a visitar esta magnifica ciudad y haré todo lo posible por volver a disfrutar de este restaurante.

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