Restaurante Bsamel, en Valencia (España)


Restaurante Bsamel, en Valencia (España)
Situado en el nº 9 del Paseo de la Alameda en el que fui a comer el Sábado 18 de Febrero 2017 aprovechando un oferta encontrada en Groupon, y por supuesto aprovechar esta buena escusa para celebrar en pareja el día de los enamorados. Tal vez este sitio sea un buen lugar para disfrutar de su imponente terraza, pero su orientación desmesuradamente soleada puede jugar malas pasadas si no se prevé una buena sombrilla o alguna sombra provista por algún árbol colindante. Ante la duda, mejor pedir asiento dentro, antes de que de padecer al sol y no disfrutar de la comida.


Al entrar, lo primero que vemos a mano derecha son una neveras a modo de simbólica "boutique" de productos gourmet, ofertados e ideados para que sin muchos agobios, podamos comprar para llevar algunos de los alimentos más exclusivos que a su vez pueden ser consumidos tanto en barra como en sala. Un buena idea para que todo aquel que quiera disfrutar en casa, de aquello que le haya podido llamar mas la atención.



Nada más tomar asiento, fuimos obsequiados por una copa de Agua de Valencia, popular bebida local elaborada principalmente a partir de zumo de naranja natural, además de un poco de cava y alguna gota de algún licor (este toque personal puede variar en función la receta empleada, pudiendo contener por ejemplo un poco de Cointreau, Vermouth Blanco, Licor 43...etc). Al venir por la promoción anteriormente citada de Groupon nuestro menú ya estaba cerrado, pero no pude evitar la ocasión de ojear sur carta, diseñada a modo de periódico francés con un importante toque retro, me puse en contexto, para conocer el tipo de cocina que mejor podría identificar este local.


El primer entrante, huevo de corral roto con jamón reserva, con patatas confitadas al horno y pimentón de la Vera. Un presentación cuanto menos curiosa, buena impresión y emplatado muy original, las patatas bastante melosas de textura agradable y sabor bien combinado con la crema de yema en su base. Seguidamente, la clara muy espumosa sirvió de base para seguidamente disponer el jamón encima. Un plato reinventado, muy interesante, llevado a cabo de una manera ingeniosa, utilizando para ello buena materia prima. Hay que probar este plato si o si.


El segundo entrante fue un Canelón de pasta artesana relleno de pato confitado y foie, todo ello presentado con finas láminas de almendra por encima, y sobre una cama de una buena y delicada crema bechamel. No cabe duda que no es por casualidad que esta crema sea la que le da el nombre al restaurante, y queda claro que a su vez sirve un poco de estandarte de cara al comensal, ya que como pudimos comprobar al tratar esta parte del plato, pudimos constatar una nota de diferenciación con respecto a esto mismo, encontrado en otros lugares.


El plato principal, cochinillo deshuesado y confitado 12 horas a baja temperatura, al aroma de romero, asado en horno panadero y presentado con patatas a lo pobre. Sinceramente me quedé un poco decepcionado por la ración tan pequeña, tal vez debido a que estaba bastante rico y tardé muy poco en terminármelo, pero quiero recalcar que sin ser muy codicioso, una porción notablemente mayor hubiera sido de agradecer. La guarnición, las denominadas patatas a lo pobre, o al menos así lo llaman, tiene mucho margen de mejora, ya que ni por presentación, ni por cualidades, puede esta triste guarnición ser digna acompañante de tal deliciosa carne, tan bien elaborada.


Para finalizar destacar este postre casero, una tarta de tres chocolates de apariencia muy corriente, pero con un sensible punto diferenciador, una base de la misma con una imponente textura muy crujiente, semblante a algo similar a un Kit-Kat... este detalle me dio una buena idea, a la hora de tener que reproducir esta tarta.
En conjunto, este restaurante de cocina de mercado ofrece un servicio muy profesional, cercano y atento, con un buen trato al comensal. Dispone de platos elaborados de manera casera con una marcada creatividad, se podría identificar como cocina mediterránea con productos autóctonos y con una cuidada elaboración, pero todavía no me terminan de encajar demasiado bien, los precios relativamente altos que ofrece su carta, en comparación con lo que se muestra en los platos. Este lugar no es demasiado barato, por eso recomendamos que si tenéis interés por disfrutar de sus platos y su ambiente, imperativamente no dejéis escapar la oportunidad de reservar vuestro Groupón mientras esté disponible, ya que es la única manera de realmente disfrutar a un precio inmejorable, de todo aquello que os termino de describir.

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